Apple Store Fifth Avenue
La Apple Store de la Quinta Avenida en Nueva York es una de las tiendas más icónicas del mundo. Y también, una de las más curiosas: está completamente bajo tierra, sin ventanas ni vistas al exterior. Sin embargo, al entrar, no sientes claustrofobia, ni encierro, ni agobio. ¿Cómo lo han logrado? Es alucinante.
Claramente la arquitectura juega un papel fundamental. Aunque la tienda está bajo la superficie, el famoso cubo de cristal deja pasar luz natural directamente al interior. Esa luz se reparte gracias a un techo muy alto y abierto, sin columnas visibles, que refuerza la sensación de amplitud. Además, Apple ha incorporado un sistema de paneles retroiluminados que simulan luz natural, dando continuidad al ambiente durante todo el día.
La elección de materiales también es clave: superficies de piedra clara, madera natural, vidrio y acero inoxidable pulido. Nada recargado, nada oscuro. Todo está pensado para que el espacio se sienta limpio, abierto y equilibrado.
A eso se suma el trabajo con el sonido y la climatización. La tienda es silenciosa, sin ecos ni ruido ambiental molesto. El aire es fresco, pero no frío. Todo esto reduce el estrés sensorial, algo esencial en espacios cerrados.
Y por último, está la psicología del espacio. Apple ha diseñado esta tienda como si fuera una plaza pública: fluida, sin obstáculos, con caminos amplios y zonas de descanso. Incluso estando bajo tierra, nunca pierdes la orientación gracias a la luz que entra por el cubo de cristal. Siempre hay un punto de referencia hacia el exterior.
Si tienes oportunidad de visitarla hazlo, así podrás experimentar en primera persona todo esto que te he explicado.
